Básicamente se funda en estas actitudes: el respeto, la tolerancia y el amor.
El respeto.
Objetivo: Vernos como criaturas de Dios y acercarnos a otras criaturas de manera más humana con: Respeto, tolerancia y amor, no con:
desconocimiento
intolerancia
indiferencia
desconsideración
incomprensión
resentimiento
menosprecio
inflexibilidad
rechazo
Porque todos somos dignos = valiosos.
La tolerancia
Objetivo: Conocer y aceptar que la tolerancia es la que nos permite una convivencia pacífica y un entendimiento mutuo.
Tolerancia “no” es hacer concesiones, pero tampoco es indiferencia. Tolerancia es conocer al otro. Es el ejercicio del respeto que resulta del entendimiento mutuo.
La persona intolerante resulta siendo intolerable:
Es exigente, inconforme, autoritaria, egoísta: Siempre quiere tener la razón, pero no ama al prójimo. No se comporta con el Pueblo de Dios como debe…
La tolerancia es la capacidad que tenemos los seres humanos de aceptar una cosa con la que no estamos de acuerdo. Es reconocer en la otra persona su ser valioso y descubrir que aquello que quiere comunicar, también es importante, que es esencial para su vida y en la relación con los demás. La tolerancia resulta en el entendimiento mutuo. Cuando entendemos al otro, es porque nos interesa, nos es importante y deseamos construir algo mejor en el presente para un “extraordinario futuro”.
El amor
Objetivo: Conocer y aceptar que el “amor” es el alimento esencial que sustenta nuestro actuar.
El amor es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y profundidad.
El amor nos lleva al “silencio”… y éste tiene el poder de unir, guiar y liberar a las personas.
El amor es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritu y la persona.
Cuando el amor está combinado con la “fe”, crea una base fuerte para la iniciativa y la acción.
El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los logros.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, mediante una actitud de amor.
El amor es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona “mejor”, su naturaleza es amorosa de forma natural…
El respeto.
Objetivo: Vernos como criaturas de Dios y acercarnos a otras criaturas de manera más humana con: Respeto, tolerancia y amor, no con:
desconocimiento
intolerancia
indiferencia
desconsideración
incomprensión
resentimiento
menosprecio
inflexibilidad
rechazo
Porque todos somos dignos = valiosos.
La tolerancia
Objetivo: Conocer y aceptar que la tolerancia es la que nos permite una convivencia pacífica y un entendimiento mutuo.
Tolerancia “no” es hacer concesiones, pero tampoco es indiferencia. Tolerancia es conocer al otro. Es el ejercicio del respeto que resulta del entendimiento mutuo.
La persona intolerante resulta siendo intolerable:
Es exigente, inconforme, autoritaria, egoísta: Siempre quiere tener la razón, pero no ama al prójimo. No se comporta con el Pueblo de Dios como debe…
La tolerancia es la capacidad que tenemos los seres humanos de aceptar una cosa con la que no estamos de acuerdo. Es reconocer en la otra persona su ser valioso y descubrir que aquello que quiere comunicar, también es importante, que es esencial para su vida y en la relación con los demás. La tolerancia resulta en el entendimiento mutuo. Cuando entendemos al otro, es porque nos interesa, nos es importante y deseamos construir algo mejor en el presente para un “extraordinario futuro”.
El amor
Objetivo: Conocer y aceptar que el “amor” es el alimento esencial que sustenta nuestro actuar.
El amor es el principio que crea y sustenta las relaciones humanas con dignidad y profundidad.
El amor nos lleva al “silencio”… y éste tiene el poder de unir, guiar y liberar a las personas.
El amor es la base para el principio de ecuanimidad entre el espíritu y la persona.
Cuando el amor está combinado con la “fe”, crea una base fuerte para la iniciativa y la acción.
El amor es el catalizador para el cambio, el desarrollo y los logros.
Se puede transformar un mundo entero mediante una visión de amor, mediante una actitud de amor.
El amor es fundamental para crear un mundo mejor, un mundo de verdad. En un mundo mejor, la ley natural es el amor y en una persona “mejor”, su naturaleza es amorosa de forma natural…
¿Te animas a promover tu dignidad?
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