También este valor tiene su contraparte: Engaño, conveniencia e indiferencia.
La fidelidad es un valor que pareciera tiene poco crédito en nuestros días, hablamos de ella en un sentido primario, cuando alguien traiciona el amor de otra persona, le engaña. La palabra fidelidad significa servir a Dios. En este sentido el uso de la palabra fidelidad adquiere otro sentido, retoma la vinculación a Dios. Cuando soy fiel es porque sirvo a Dios, estoy pendiente de Él, busco su agrado, deseo ser agradable a su presencia, quiero lo mejor para Él, en otras palabras me “desvivo” en atenderle. Hoy se vive una cultura de lo desechable, una vez que usamos a las personas, las cosas, a Dios, lo deshecho, pues ya hice uso de él y logre la satisfacción.
Servir a Dios está vinculado estrechamente al amor. Quien ama se pone al servicio de los demás, alcanza a percibir en el rostro de los demás la presencia de Dios. Sería inconsistente decir que amamos a Dios y aborrecemos a los demás, incluso la Palabra de Dios lo llama mentiroso. Por lo tanto servir a Dios es hacer agradable la vida de los demás.
Servir a Dios está vinculado estrechamente al amor. Quien ama se pone al servicio de los demás, alcanza a percibir en el rostro de los demás la presencia de Dios. Sería inconsistente decir que amamos a Dios y aborrecemos a los demás, incluso la Palabra de Dios lo llama mentiroso. Por lo tanto servir a Dios es hacer agradable la vida de los demás.
Ya vimos que significa la Fidelidad, ahora comentaremos su contra parte:
La infidelidad está ligada al desamor, cuando no se ama a las personas se es indiferente y se llega al punto del engaño con la falsa ilusión de no dañar. Pero que se puede esperar cuando no hay amor, las implicaciones del servicio desaparecen y solo queda o la indiferencia o bien la conveniencia.
Por eso, vivir la fidelidad requiere ser uno mismo, conocerse lo suficiente para saber cuáles son las virtudes y cuáles son los defectos. Solo cuando uno es consciente de sus posibilidades y capacidades puede llevar a buen término sus tareas, el servir.
El ser humano fiel tiene el suelo bajo los pies. Está bien enraizado. No se cae tan fácilmente, pero la fidelidad no es terquedad, es como un árbol no como un poste de cemento que ya no se mueve de donde es colocado. Sólo se puede ser fiel a las personas, no a unos principios. Quien se atiene a sus principios es cumplidor. También ésta es una virtud en el mundo del trabajo, los negocios, etc, pero más importante que la fidelidad a los principios es la fidelidad a las personas.
Ser fiel es la capacidad de dar cumplimiento a la palabra dada, de no engañar y no traicionar a los demás. Es mantener constante los afectos, porque está emparentada con la constancia y la permanencia. Practicar la traición y el engaño, esclaviza, deteriora, destruye y mata, todo lo contrario al Plan de Dios.
La infidelidad está ligada al desamor, cuando no se ama a las personas se es indiferente y se llega al punto del engaño con la falsa ilusión de no dañar. Pero que se puede esperar cuando no hay amor, las implicaciones del servicio desaparecen y solo queda o la indiferencia o bien la conveniencia.
Por eso, vivir la fidelidad requiere ser uno mismo, conocerse lo suficiente para saber cuáles son las virtudes y cuáles son los defectos. Solo cuando uno es consciente de sus posibilidades y capacidades puede llevar a buen término sus tareas, el servir.
El ser humano fiel tiene el suelo bajo los pies. Está bien enraizado. No se cae tan fácilmente, pero la fidelidad no es terquedad, es como un árbol no como un poste de cemento que ya no se mueve de donde es colocado. Sólo se puede ser fiel a las personas, no a unos principios. Quien se atiene a sus principios es cumplidor. También ésta es una virtud en el mundo del trabajo, los negocios, etc, pero más importante que la fidelidad a los principios es la fidelidad a las personas.
Ser fiel es la capacidad de dar cumplimiento a la palabra dada, de no engañar y no traicionar a los demás. Es mantener constante los afectos, porque está emparentada con la constancia y la permanencia. Practicar la traición y el engaño, esclaviza, deteriora, destruye y mata, todo lo contrario al Plan de Dios.
Ahora te invitamos a que te comprometas en hacer una pequeña tarea verás que es muy padre ver como cambia nuestro entorno cuando nosotros cambiamos nuestras actitudes y acciones con los demás.
Prueba, nada pierdes.
Te sugerimos las siguientes tareas para estos 2 meses:
1. Comprométete a difundir y practicar la fidelidad.
2. Cumple lo que dices, sostén tu palabra.
1. Comprométete a difundir y practicar la fidelidad.
2. Cumple lo que dices, sostén tu palabra.
3. Fomentar una nueva amistad dando confianza y siendo fiel.
4.- Comprométete con lo que haces, estudia cuanto tengas que estudiar, trabaja cuando tengas que trabajar, da el tiempo a tu familia cuando tengas que hacerlo, y pon todo tu empeño en realizarlo bien.
4.- Comprométete con lo que haces, estudia cuanto tengas que estudiar, trabaja cuando tengas que trabajar, da el tiempo a tu familia cuando tengas que hacerlo, y pon todo tu empeño en realizarlo bien.
5.- Entrégate por unos minutos todos los días a hacer una oración por alguien que te haga falta querer más.
6.- Ser perseverante en algo que me cueste mucho trabajo hacer, puede ser una tarea en casa o hablarle a alguien que casi no le hablo, regalar sonrisas, etc.
6.- Ser perseverante en algo que me cueste mucho trabajo hacer, puede ser una tarea en casa o hablarle a alguien que casi no le hablo, regalar sonrisas, etc.
"Tu eliges cambiar tu vida y la de tu Familia"
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