En la Santa Misa celebrada por el Papa Benedicto XVI en
el Parque Bicentenario, acomañado de numerosos Obispos, mexicanos y de otros
paises, nos habló de la pureza del corazón como una respuesta de
Dios a los momentos que vivimos, siguiendo la contestación al salmo 50 «Crea en mí, Señor,
un corazón puro» (Sal 50,12)
, nos dice:“Nos ayuda asimismo a mirar muy
dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de
esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano
y también otros de Latinoamérica.”, vivimos tiempos difíciles, críticos, pero
también con posibilidades, con esperanza, el Papa nos anima a ir al corazón y
ver la fuerza que le hemos permitido a Dios poner en Él, para que actuemos
desde esa limpieza.
“El anhelo de un corazón puro, sincero, humilde,
aceptable a Dios, era muy sentido ya por Israel, a medida que tomaba conciencia
de la persistencia del mal y del pecado en su seno, como un poder prácticamente
implacable e imposible de superar.” (Ibid.) la persisitencia del mal (como la
impunidad, la corrución, la mentira, etc.) se convate con la puerza del
corazón, “Quedaba sólo confiar en la misericordia de Dios omnipotente y la
esperanza de que Él cambiara desde dentro, desde el corazón, una situación
insoportable, oscura y sin futuro.” (ibid.), estas palabras fueron escuchadas
también por tres de los candidatos a la presidencia de la república, que ahí se
encontraban, y seguramente muchos otros que aspiran a cargos de gobierno las
escucharon por otros medios.
Podríamos preguntarnos ¿cómo es
que la pureza de corazón puede ayudarnos en nuestro proceso como nación? podemos
empesar pensando: ¿qué hay dentro del corazón de todos esos hombres y mujeres
que quieren servir al pueblo mexicano en los diversos cargos públicos?, ahí se
tendría que notar su limpieza, su intención recta. ¿Qué se espera de un
servidor público? la respuesta no es tan difícil, que luche con todo lo que él
es para responder a las necesidades del bien común. La Conferencia del
Episcopado Mexicano, preparó unos talleres para ayudar a razonar nuestro voto y
allí se especifican algunas tareas a las que tendría que responderaquella
persona que asuma la presidencia de la república, que también aplica para
muchos otros cargos:
• La construcción de una paz
sostenida en la seguridad humana y en la justicia social.
• La promoción de un desarrollo
que tenga presente la realización digna de la persona.
• El impulso al ejercicio de la
participación consciente, constante y decisiva de la ciudadanía.
• La regeneración del tejido
social mediante acciones solidarias y voluntarias.
¿Podemos creer queeste bien común
es el anhelo de cada candidato? ¿qué tan puras son sus intenciones para
gobernarnos?. Cierto es que nos da temor de que alguno de los que quieren
servirnos, tenga en su intención, favorecer una ideología, un partido, un grupo
de poder, etc, en lugar de fovorecer a las necesidades de toda una nación. Para
evitar equivocarnos, debemos de razonar nuestro voto, evitando dejarnos llevar
por algún sentimiento que nos puedan provocar con su propaganda, ya no somos un
país, que no sabe pensar, ni que permita que un grupo con sus intereses, domine
la voluntad de todo un pueblo.
Los Obispos de la Provincia Bajío,
nos han entregado una carta invitándonos a hacer un proceso demócratico, como
buenos ciudadanos y como buenos cristianos, ellos nos dicen, desde la
introducción que la autoridad es para servir “ Con las palabras de Jesús (“quien
quiera ser grande entre vosotros, que se haga vuestro servidor”, Mt 20, 26) que
nos invitan a entender que la autoridad siempre tiene como principio el
servicio a los demás” (Declaración de los Obispos de la Provincia Bajío hacia
el Proceso Electoral 2012. 1) y el servicio es a toda la patria. Al hablar de
la cultura de la democracia nos dicen: “Así entendida, la cultura de la
democracia colabora a la construcción de la sociedad como sujeto de su propio
destino, es decir, colabora a que el pueblo realmente ejerza el poder que le
corresponde por propio derecho.” (Ibid. 4) nosotros como pueblo, debemos
ejercer nuestro derecho para elegir nuestro destino, y no que unos cuantos con
engaños lo hagan por todos; pero para
que así suceda debemos participar. Es importante reflexionar en las propuestas
completas de cada partido, que sus fines no se alejen del
bien de los ciudadanos “Con respecto alos fines, importa que estos grupos o
partidos no persigan más que aquellos necesarios o útiles al bien común y se
nieguen a servir intereses individuales o exclusivamente de partido, que
subordinan al interés general a fines particulares.” (Ibid. 22)
Nuestra participación se ha de ver
reflejada en nuestro voto porque “Se sabe del daño que hace a la representatividad
una insuficiente participación en las elecciones, porque cuando son pocos los
que votan, es el voto de unos cuantos el que define la elección.” (CEM Declaración
de los Obispos 2009). Así nos invitan nuestros Obispos a ejercer nuestro derecho, y piden a las autoridades electorales a
actuar en la verdad: “Invitamos a que todo ciudadano con capacidad de votar que
lo haga con responsabilidad; invitamos a que los diferentes actores e
instituciones que están a cargo de las elecciones realicen su labor con
transparencia y legalidad; invitamos a que se participe en el proceso electoral
conociendo a los candidatos, sus propuestas y su ideología, para que después se
ejerza el derecho al voto y luego se le pida a quien haya sido electo dar
cumplimiento a sus promesas.” (Declaración de los Obispos de la Provincia ..
O.C. 24).
Razonemos nuestro voto, la patria
necesita de todos, vivamos esta etapa de nuestra historia con responsabilidad y
aprendamos a pedir cuentas claras de todo aquello que se nos prometió en las
campañas; sin dejar de pedir a Dios para que todos los que serán servidores
públicos y quienes los hemos de elegir, lo hagamos con un corazón puro.
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