Es verdad que la
historia de México se juega en este domingo, pero aun así con esta afirmación,
todos los ciudadanos responsables o no, tendremos que seguir luchando por
nuestra parte por mejorar la vida personal, familiar y comunitaria. Mucho se ha
orado en la Iglesia para que estas elecciones sean realizadas de manera
responsable y consiente, para que la madurez de la patria aflore como una
primavera con nuestra contribución presente en el camino democrático.
Nuestra Diócesis el dos
de julio, en la fiesta de Nuestra Madre Santísima de la Luz, termina una etapa
de su caminar pastoral. Damos gracias a Dios por el término del primer Plan
Diocesano. Para analizar los resultados del trabajo de todos los agentes el Sr.
Arzobispo ya nos ha convocado “Con el favor de Dios, el SÁBADO 14 DE JULIO DE
2012 celebraremos la XX ASAMBLEA DIOCESANA DEL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL. El
objetivo es: “En un ambiente de acción de gracias, analizar los resultados de
la evaluación del Primer Plan Diocesano de Pastoral, para que viendo los
desafíos de nuestra realidad, podamos discernir a la luz del Espíritu, cómo
asentar las bases de los siguientes pasos de la Pastoral Planificada””
(circular n. 23). Durante el segundo semestre del 2011 y el primero del 2012,
hemos estado evaluando los trabajos de las parroquias y las estructuras
diocesanas, muchas son las cosas que hemos conseguido y otras tantas aún nos
retan. Los consejos de las Parroquias nos plantean en orden de importancia los
siguientes logros:
1.- El logro percibido como primero es La
Formación de Agentes. Se han abierto muchas escuelas parroquiales, la formación
cuenta con programas estructurados y metodologías adaptadas a los laicos,
jóvenes y adultos. Se van empleando los medios tecnológicos y se capacitan a
los profesores. A través de la Formación de Agentes, que en la Tercera Etapa
del Plan Diocesano, se subrayó como “El Eje vertebrador de la Renovación de las
Parroquias”, las parroquias cuentan con personas más capacitadas en todos los
servicios, laicos más crecidos integralmente y de ahí parroquias más vivas,
alegres, con una fe más comprometida. La Diócesis había trabajado en la
estructuración de la formación con un equipo diocesano desde el 2003, pero con
el Documento de Aparecida se enriquecieron los criterios de la formación y la
conciencia del discipulado de todos los cristianos, quienes eran llamados a estar
cerca del Maestro, Nuestro Señor Jesucristo en la formación, pero también
llamados a ser misioneros, proclamando a todos el mensaje de salvación. “Para
cumplir su misión con responsabilidad personal, los laicos necesitan una sólida
formación doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acompañamiento para dar
testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbito de la vida social,
económica, política y cultural”. (DA 212)
2.- El Consejo de
Pastoral Parroquial bien estructurado y trabajando. Este logro que es puesto en
segundo lugar, es la estructura parroquial más importante, desde ella se
planea, se decide y se coordina la ejecución de las acciones pastorales en
beneficio de la comunidad, con la presidencia del párroco y la coordinación de
los laicos. Un logro importante ya que los documentos de la Iglesia en los
últimos años va privilegiando la participación de los hombres y mujeres laicos en
las labores pastorales (como ejemplo tenemos la Exhortación apostólica
Christifideles Laici del Beato Juan Pablo II)
3.- En tercer lugar
tenemos la Sectorización. Las parroquias se han transformado de ser un espacio
de pequeños grupos, a parroquias que salen a evangelizar a todos los rincones
de su territorio. Uno de los instrumentos para esto que llamamos pastoral de
salida o pastoral misionera, ha sido la Sectorización, donde el territorio
parroquial se divide en sectores y cada sector tiene su equipo que lo atiende,
lo informa, le hace cercanos todos los servicios parroquiales y sobre todo le
lleva el anuncio del Evangelio. Desde la salida del Documento de Aparecida,
este trabajo de la Sectorización, ha sido iluminado de manera especial, por su
carácter eminentemente misionero.
4.- En cuarto lugar se
considera el tener un Plan parroquial y de apostolado. El Plan Diocesano de
Pastoral, no sólo pretendía tener un instrumento organizativo, sino que se
planteó una planeación participativa, que requería la capacitación de todos los
agentes sacerdotes y laicos, para que pudieran contribuir con su visión al
esfuerzo común. El plan pedía capacitarse y hacer el plan de cada parroquia y
ése a su vez pediría los planes de grupos, estructuras y apostolados de cada
parroquia. El Documento de Aparecida nos dices: <>. (D. A. 371).
5.- Como logro número
cinco tenemos la Integración, participación y corresponsabilidad de los Laicos. La bendición de la
participación laical ha ido poco a poco haciéndose presente en todos los
espacios de la Iglesia, siendo el redescubrimiento del cristiano de su ser y
quehacer en el mundo. Muchos otros logros se han conseguido y se ofrecen todos
como ofrenda a Dios por manos de Santa María, la Madre Santísima de la Luz,
amparo y Señora Nuestra.
P. Apolinar Torres O.
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