Vocación Universal Del Hombre: Ser Santo.

Al principio, el Creador llamó (vocare, llamar) a las creaturas a la vida. Por eso todas tienen una vocación divina, tanto por su origen como por su fin: Dios Mismo.
Pero, entre todas las criaturas del mundo visible, Dios creó al hombre inteligente y libre, capaz de conocimiento y amor, para que entrase en amistad con él. De ahí que «la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios» (GS 19a).

El pecado frustró profundamente esta vocación, y el hombre quedó por él tan destrozado que terminó por ignorar incluso su propia vocación. Se quedó a oscuras. Llega entonces el tiempo de la gracia, y de nuevo Dios misericordioso llama al hombre, esta vez por su Hijo encarnado; le «llama de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pe 2,9).

Es precisamente el Señor Jesús quien invita a seguir su camino hacia la plenitud, enseñando: «El divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y a cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que Él es iniciador y consumador»(5,48).

El llamado a la santidad es muy claro,
Pero, ¿qué significa ser santo? Simplemente, SER SANTO es “ser de Dios”, “tener la vida de Dios”, “tener y vivir en gracia”, “vivir según Cristo”, “ser amigo de Dios”.

¿Es Posible SER SANTOS?
Humanamente, la santidad es imposible. No es algo que podamos conseguir por medio de nuestros propios méritos o esfuerzos. Es un REGALO DE DIOS que da a quien Él quiere. La santidad nos la da Jesús a través del poder del Espíritu Santo. Este Divino Espíritu es quien nos impulsa a la santificación. Y para ello, debemos permanecer constantemente abiertos a la acción del Espíritu.

La llamada a la santidad es una llamada a cada cristiano.

«Es, pues, completamente claro que todos los fieles, de cualquier estado o condición están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, y esta santidad suscita un nivel de vida más humano incluso en la sociedad terrena. En el logro de esa perfección empeñan los fieles las fuerzas recibidas según la medida de la donación de Cristo, a fin de que, siguiendo sus huellas y hechos conformes a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, se entreguen con toda su alma gloria a la de Dios y al servicio del prójimo. (LG 40 b).

ENTONCES, ¿ES POSIBLE SER SANTO HOY?
¡Claro Que Sí!

1º. Se comienza por ser una persona concreta, responsable, libre y definida.
Luego, hay que esforzarse por SER CRISTIANO, que significa: SEGUIR A CRISTO BUSCAR SU REINADO ESTAR ATENTO A LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO.

2º. Se sigue con la amistad de Jesús, por medio de: LA ORACIÓN LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA EN UNIÓN CON LA IGLESIA Y EN LA CARIDAD CON CADA HERMANO.

3º. Para seguir el camino de la Santidad, se necesita hacer un Plan Personal:
* Proyectar tu vida física.
* Proyectar tu vida psíquica.

* Proyecta tu vida espiritual.


Sencibilización Campaña Vocaciones 2009-2010.

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