Existen en la historia de todos los pueblos fechas y acontecimientos emblemáticos, que tienen un especial significado para las personas, los grupos humanos y para toda la nación. Es el caso de este año 2010 en el que, como nación mexicana, celebramos el bicentenario del inicio de la Independencia y el centenario del comienzo de la Revolución; ambos acontecimientos forman parte del patrimonio colectivo que nos configuran actualmente como Nación. La Iglesia, como Pueblo de Dios que peregrina en el mundo y en el tiempo, se ha visto implicada en diversos grados y de distintos modos en ambos acontecimientos; por eso tiene una palabra que decir en estos aniver- sarios.
Los obispos, en nuestra misión de pastores del pueblo de Dios, tenemos el deber de estar atentos a los signos de los tiempos, discernir su significado salvador y transmi- tirlo con una palabra esclarecida a todos los fieles. Será siempre una palabra que quiere mirar la realidad con objetividad en su singular dramatismo, pero que se aqui- lata a la luz de la fe y del designio salvífico de Dios; por eso, haciendo una lectura de nuestra historia, que “el dedo de Dios escribió”, queremos ayudar a los católicos a ver los acontecimientos de esta historia en la perspectiva de Dios para descubrir su mano providente y, desde allí, comprendernos mejor y proyectar un futuro esperanzador.Con este criterio queremos, como católicos mexicanos, celebrar el bicentenario y centenario de los hechos patrios. Por ello, convocamos a todos los fieles a que, del 9 al 15 de septiembre, hagamos una Semana de Oración por la Patria, sobre todo para agradecer los dones recibidos por medio de estos acontecimientos sociales y para orar intensamente por las urgentes necesidades de México en los actuales momentos de la historia.
A esta semana del mes de septiembre le hemos querido asignar un contenido que puede servir como una guía en las celebraciones litúrgicas y en los actos devocionales que proponemos, de la siguiente manera:
jueves 9: día eucarístico
viernes 10: día penitencial
sábado 11: día votivo de Santa María de Guadalupe
domingo 12: día del Señor (domingo)
lunes 13: día de la Iglesia en México
martes 14: día de los santos mexicanos
miércoles 15: día de la PatriaPara las celebraciones de estos días conviene consultar el cuaderno “Propios de la Misa”.
El presente subsidio litúrgico para la “Semana de Oración por la Patria”, está organizado en dos secciones, la primera con carácter litúrgico y la segunda con sentido devocional.Para las celebraciones litúrgicas se cuenta, ante todo, con la Misa por la Patria, para ser usada de modo especial el 15 de septiembre en las catedrales y en las iglesias de todas las diócesis; así mismo, una Misa votiva de santa María de Guadalupe; también, dos formularios de Oraciones universales, y preces para la Liturgia de las Horas de esos días; una Vigilia para iniciar la Semana de Oración y dos formularios de Hora Santa.
Para los actos devocionales proponemos dos formularios para la oración del Rosario, así como varios elementos guadalupanos: entronización de la imagen de la Virgen de Guadalupe, un acto de consagración a nivel personal, familiar o comunitario, y la oración por la paz, para ser dicha durante este año.
Deseamos que todos los miembros de la Iglesia se interesen en esta “Semana de Oración por la Patria”, para que Dios nos asista en todas nuestras necesidades, sintiendo la especial presencia de santa María de Guadalupe, quien ha acompañado siempre el caminar de nuestro pueblo.
+ Alberto Suárez IndaArzobispo de Morelia Presidente de la Comisión Episcopal para la Commemoración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.
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