En el espíritu del Concilio Vaticano II, nacían, a través del Motu Propio del Papa Pablo VI Apostolica sollicitudo,
los Sínodos de los Obispos. Era el año 1965. El mismo Pablo VI definía
precisa y espléndidamente qué es un Sínodo: «Es una institución
eclesiástica establecida tras el Concilio Vaticano II para favorecer la
unión y la colaboración de los obispos de todo el mundo con la Sede
Apostólica, mediante un estudio común de las condiciones de la Iglesia y
las soluciones pertinentes sobre las cuestiones relativas a su misión.
No es un Concilio, no es un Parlamento, sino que el Sínodo tiene su
propia y particular naturaleza». Son palabras pronunciadas por Montini en el ángelus del 22 de septiembre de 1974.
Una «expresión particularmente fructuosa» y «un instrumento de la
colegialidad episcopal». Así definía al Sínodo de los Obispos el Papa Juan Pablo II
en 1983. La etimología de la palabra «Sínodo» es de origen griego:
«syn» signfica «juntos» y «hodos» significa «camino». El Sínodo es,
pues, «caminar juntos». Es un medio aptísimo de ayuda y de colaboración
con el Papa para el gobierno de la Iglesia, y conlleva el intercambio de
experiencias y de informaciones y la búsqueda y propuestas al Papa de
soluciones pastorales conjuntas que tengan validez y vigencia para toda
la Iglesia.
Hay cuatro tipos de Sínodos de Obispos: general ordinario, general
extraordinario, particular y especial. Desde 1967, se han celebrado
veintiuna Asambleas Sinodales Episcopales. Esta de octubre de 2012 sobre
la Nueva Evangelización será la vigésimo quinta, la décima tercera
general ordinaria y ya la quinta de Benedicto XVI.
En 1969 y 1985 tuvieron lugar sendas Asambleas extraordinarias; en
1980, una Asamblea particular, concretamente para la Iglesia en Holanda,
con Juan Pablo II; y otras siete especiales con Juan Pablo II: dos para
Europa, una para Líbano, para África, para Asia y para Oceanía. Con
Benedicto XVI ha habido dos Asambleas Especiales del Sínodo de los
Obispos: África en octubre de 2009 y Oriente Medio en octubre de 2010.
Los Sínodos de los Obispos, en sus asambleas generales ordinarias,
son convocados cada tres años, si bien en la década de los noventa del
siglo XX hubo ocho Sínodos, la mayoría de ellos especiales en
preparación del Gran Jubileo del Año 2000.
Son padres sinodales –con derecho a voz y a voto– aquellas personas
nombradas directamente por él, los jefes de los dicasterios de la Curia
Romana, los representantes de las Conferencias Episcopales y diez
representantes de los Congregaciones religiosas clericales. Hay también
–con voz, pero sin voto– expertos, auditores y delegados fraternos de
otras Iglesias y confesiones cristianas, amén del personal auxiliar y de
servicios que coordina la secretaría del Sínodo. En total, el número de
participantes en los Sínodos nunca ha rebasado los trescientos.
Sínodos ordinarios
En los Sínodos ordinarios se han abordado temas como la
evangelización, la catequesis, la familia, la reconciliación, el
laicado, la formación sacerdotal, la vida consagrada y el ministerio
episcopal. Estos Sínodos tuvieron lugar en los años 1974, 1977, 1980,
1983, 1987, 1990, 1994 y 2001, respectivamente. Son los Sínodos
«sectoriales», recogidos después en las exhortaciones apostólicas Evangelii nuntiandi, Catechesi tradendae, Familiaris consortio, Reconciliatio et paenitentia, Christifidelis laici, Pastores dabo vobis, Vita consecrata y Pastores gregis, respectivamente.
En 2005 comenzaron los Sínodos «temáticos», con la Eucaristía
–Sacramentum caritatis es el título de la correspondiente exhortación
apostólica postsinodal–, la Palabra de Dios en 2008 –Verbum Domini,
su documento pontificio– y ahora con la Nueva Evangelización. En el
otoño de 1985 se desarrolló la Asamblea general extraordinaria dedicada
al XX aniversario de la conclusión del Concilio Vaticano II. No hubo
posterior exhortación apostólica.
Sínodos especiales
En la primavera de 1994 tenía lugar la I Asamblea Especial para
África. Fue el primer Sínodo continental previo al Gran Jubileo del año
2000. En septiembre de 1995, el Papa Juan Pablo II hacía público en tres
países del continente negro la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Africa,
a modo de conclusión de la Asamblea sinodal, cuyo tema se tituló «La
Iglesia en Africa y su misión evangelizadora hacia el año 2000: Seréis
mis testigos». El segundo Sínodo para África tuvo lugar en octubre de
2009. «La Iglesia en Africa al servicio de la reconciliación, de la
justicia y de la paz. “Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois
la luz del mundo”» fue su tema y la exhortación apostólica postsinodal,
firmada y entregada por Benedicto XVI en Benin, se titula Africae munus.
En diciembre de 1995, tuvo lugar otra Asamblea especial para la
Iglesia en el Líbano, traducida después, en mayo de 1998, a la
exhortación apostólica Una speranza nouva per Il Libano,
promulgada en Beirut. También Beirut y con fecha 14 de septiembre de
2012 es el lugar y la fecha de la última, por ahora, de las
exhortaciones apostólicas postsinodales: Ecclesia in Medio Oriente,
fruto de la asamblea sinodal especial para Oriente Medio, desarrollada
en octubre de 2010. Antes, a finales del otoño de 1997 fue el Sínodo
para América, titulado «Encuentro con Jesús vivo: el camino para la
conversión, la comunión y la solidaridad en América». En Guadalupe
(México), en enero de 1999, el Papa Juan Pablo II presentaba la
exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in America.
En la primavera de 1998 fue el Sínodo para Asia, cuya exhortación
apostólica correspondiente se publicó el 6 de noviembre de 1999, en el
transcurso del viaje del Papa Juan Pablo II a la India. «Jesucristo el
Salvador y su misión de amor y servicio en Asia: para que tengamos vida y
la tengamos en abundancia» fue el lema del Sínodo y Ecclesia in Asia, el título de la posterior exhortación.
En el final del otoño de 1998 llegó el turno para la Asamblea
especial sobre Oceanía, el más reciente de los continentes. La
exhortación apostólica postsinodal correspondiente se hizo pública en
noviembre de 2001 –a través de internet y del correo electrónico– bajo
el título Ecclesia in Oceania. «Jesucristo y los pueblos de
Oceanía: siguiendo su camino, proclamando su verdad y viviendo su vida»
fue el tema de esa Asamblea.
En octubre de 1999, se celebró la II Asamblea especial para Europa
del Sínodo de los Obispos, el último Sínodo previo al Gran Jubileo del
Año 2000. «Jesucristo, vivo en su Iglesia, fuente de esperanza para
Europa» fue su lema. El 29 de junio de 2003 se publicaba la exhortación
apostólica postsinodal Ecclesia in Europa. Sobre Europa, tras
la caída del muro de Berlín, hubo otra Asamblea sinodal episcopal, en
diciembre de 1991, que no se tradujo en ningún documento pontificio
específico.
La «mesa» del Sínodo 2012
El Papa es el presidente nato del Sínodo. Él debe convocarlo y
sancionarlo y puede presidirlo por sí mismo y mediante delegados. Los
Papas, aun asistiendo a la práctica totalidad de las Congregaciones
generales de las Asambleas Sinodales, nombran también a tres presidentes
delegados.
Para esta XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos han sido nombrados presidentes delegados los cardenales John Tong Hon, arzobispo de Hong Kong (China); Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (México); y Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (R. D. Congo).
El relator general del Sínodo –una figura muy importante en el
desarrollo sinodal, a cuyo cargo están la ponencia o relación antes del
debate y posterior al mismo– será el cardenal Donald William Wuerl, arzobispo de Washington (USA). El secretario especial será monseñor Pierre-Marie Carré,
arzobispo de Montpellier (Francia). Esta «mesa» del Sínodo representa
la universalidad de la Iglesia: cuatro continentes y la «especialidad»
del tema en cuestión durante el Sínodo: la teología y la pastoral, amén
de los viejos y nuevos escenarios para la acción evangelizadora de la
Iglesia.
El Sínodo 2008 será el quinto del actual secretario general del Sínodo de los obispos, el arzobispo croata Nikola Eterovic, nombrado para el cargo en febrero de 2004, en sustitución del cardenal belga Jan P. Schotte,
quien dirigió y coordinó los Sínodos –y sus trabajos previos y
posteriores– durante cerca de dos décadas. Sustituyó al cardenal
eslovaco Josef Tomko.
Dos decenas de españoles en el Sínodo de la Nueva Evangelización
La Conferencia Episcopal Española (CEE) estará representada en el Sínodo por su presidente, el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela; por el arzobispo de Valladolid y vicepresidente de la CEE, Ricardo Blázquez Pérez; y por el Obispo de Almería y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Adolfo González Montes.
Como miembro nato en su condición de prefecto en la Curia, participará también el cardenal Antonio Cañizares Llovera.
Entre los 36 padres sinodales designados directamente por el Papa se
hallan cuatro españoles. Se trata del arzobispo de Barcelona, cardenal Lluís Martínez Sistach; el misionero Antonio Arregui Yarza,
arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal de
Ecuador; el obispo prelado de la prelatura personal del Opus Dei, Javier Echevarría Rodríguez; y el presidente de Comunión y Liberación, el sacerdote Julián Carrón.
Tres superiores generales de órdenes y congregaciones religiosas,
origen español, representan, entre otros consagrados, a la Unión de
Superiores Generales (USG). Son el palentino Adolfo Nicolás Pachón, el gallego José Rodríguez Carballo y el catalán Josep Abella Batlle, respectivos superiores generales de los Jesuitas, Franciscanos y Claretianos.
Benedicto XVI ha nombrado también 45 expertos y 49 auditores. Entre los expertos estarán otros tres españoles: el sacerdote Antonio Aranda Lomeña, profesor ordinario de Teología Dogmática en la Universidad de Navarra; el benedictino Juan Javier Flores Arcas, rector magnífico del Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma; y el sacerdote Salvador Pié Ninot,
profesor de Teología Fundamental y Eclesiología en la Facultad de
Teología de Cataluña y profesor de Teología Fundamental en la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma. Participarán en el Sínodo como
auditores los españoles José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de las Asociaciones Médicas Católicas; Francisco José Gómez Argüello Wirtz (Kiko Argüello), iniciador del Camino Neocatecumenal; el sacerdote Jesús Higueras Esteban, párroco de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón (Madrid); Lydia Jiménez González, directora general del Instituto Secular Cruzadas de Santa María; y Emili Turú Rofes,
superior general de los Hermanos Maristas de las Escuelas. Y todo ello
sin contar con obispos españoles misioneros en África o en América
Latina.
Además, el sacerdote José María Gil Tamayo,
colaborador de ecclesia, será el encargado de prensa para el grupo de
lengua española. Este servicio lo desempeñó nuestro director en los
Sínodos de 1999 y 2001. Por otro lado, Cáritas Internacional ha llamado a
Vicente Altaba Gargallo, delegado
episcopal de Cáritas Española y también colaborador de nuestra revista,
como teólogo asesor de la misma para el Sínodo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario