Martín
hermano de fe y caridad
Unidos en
comunidad y ya dentro del “Año de la Fe”, vivimos nuestra Fiesta Patronal en
honor de San Martín de Porres. Recordamos que este año celebramos el 50
aniversario de la canonización del llamado "santo
de la escoba" (el 6 de mayo), coincidiendo con el 50 aniversario de la
apertura del Concilio Vaticano II. Aquel que nació en la ciudad de Lima, Perú,
el día 9 de diciembre del año 1579. Martín fue creciendo con mucha humildad y a
los doce años entró de aprendiz de peluquero, y asistente de un dentista. En
ese sencillo oficio conoce al Fraile Juan de Lorenzana, famoso dominico buen
teólogo y hombre de virtudes, quien lo invita a entrar en el Convento de
Nuestra Señora del Rosario. Pero las leyes de aquel entonces le impedían ser
religioso por su la raza, por lo que Martín ingresó como Donado, pero él se
entrega a Dios y su vida está presidida por la fe, el servicio, la humildad, la
obediencia y un amor sin medida. El sueño de Martín era "Pasar desapercibido y ser el último" pero Dios tenía otro plan para él. Su
anhelo más profundo siempre fue seguir a Jesús. Siempre lo hemos tenido como un
gran modelo de fe y caridad.
El 2 de junio de
1603 se consagra a Dios por su profesión religiosa. El P. Fernando Aragonés
testificará: "Se ejercitaba en la caridad día y noche, curando enfermos,
dando limosna a españoles, indios y negros, a todos quería, amaba y curaba con
singular amor". La portería del convento es un reguero de soldados humildes,
indios, mulatos, y negros; él solía repetir: "No hay gusto mayor que dar a los pobres". Pronto la
virtud del mulato dejó de ser un secreto. Su servicio como enfermero se
extendía desde sus hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas que
podía encontrar en la calle.
Un día Martín
enferma y él dice que de esa enfermedad moriría, cuando vio que se acercaba el
momento feliz de ir a gozar de la presencia de Dios, pidió a los religiosos que
le rodeaban que entonasen el Credo.
Mientras lo cantaban, entregó su alma a Dios. Era el 3 de noviembre de 1639. El
Papa Gregorio XVI lo declaró Beato en 1837. Fue canonizado
por El Papa Juan XXIII en 1962.
Este es nuestro “Martín de la Caridad”, festejamos su fiesta en nuestra comunidad, iniciando con el novenario
en su honor el día 26 de octubre con la presencia de entre 400 a 500 personas
cada día. Es importante mencionar la devoción y fe que se le tiene a San Martín,
pues se manifestaba en las peticiones y agradecimientos de cada día, también en
el FaceBook parroquial los fieles se unían en oración con la comunidad. Con
gozo y sacrificio desde el párroco P. Apolinar Torres, P. Joel E. Morales y
Diác. P. José S. López y todos aquellos que asistieron a los Rosarios de
aurora, pues es un poco difícil iniciar a las 5 de la mañana y seguir las actividades diarias, pero vale la
pena, comentaban. Cada día el P. Apolinar meditó frases sobresalientes del
documento Porta Fidei, para iluminar y purificar nuestra fe.
Primer día del Novenario |
También
es de destacar la semana cultural, organizada por la Pastoral Juvenil
Parroquial, que inició el 28 de octubre y termino el 3 de noviembre. Se organizaron
eventos como: karaoke, obras de teatro, exposición de baile, concurso de
catrinas y una actividad muy especial fruto de la Escuela de Formación de
Agentes parroquial “La galería de arte”
en la cual expusieron los alumnos del P. Apolinar Torres, en las técnicas de fotografía,
dibujo a lapiz y pintura al oleo, grandes sorpresas y descubrimiento de
talentos, cada cuadro con un mensaje sobre la fe.
El día 3 de noviembre fiesta solemne de San Martín de Porres, fue invitado uno de los frailes de la Orden de Predicadores Dominicos P. Luis Ramos, quien en una amena homilía nos recordó la vida de nuestro Santo y nos invitando a imitarlo en la humildad, servicio y amor al prójimo. Ya el domingo 4 sonaban las mañanita con la banda a las 5 de la mañana, acudiendo con mucha alegría fieles de la comunidad y devotos de San Martín, entrando a saludar las danzas quien bailaban en su honor. La Misa solemne del pueblo fue a las 10 de la mañana con el tradicional mariachi, para el cual cooperan muchos fieles. Las peregrinaciones de medio día llegaban con fieles de otras parroquias, a quien se le obsequió una guía para entronizar la Sagrada Biblia en sus hogares, por el “Año de la Fe”.
El día 3 de noviembre fiesta solemne de San Martín de Porres, fue invitado uno de los frailes de la Orden de Predicadores Dominicos P. Luis Ramos, quien en una amena homilía nos recordó la vida de nuestro Santo y nos invitando a imitarlo en la humildad, servicio y amor al prójimo. Ya el domingo 4 sonaban las mañanita con la banda a las 5 de la mañana, acudiendo con mucha alegría fieles de la comunidad y devotos de San Martín, entrando a saludar las danzas quien bailaban en su honor. La Misa solemne del pueblo fue a las 10 de la mañana con el tradicional mariachi, para el cual cooperan muchos fieles. Las peregrinaciones de medio día llegaban con fieles de otras parroquias, a quien se le obsequió una guía para entronizar la Sagrada Biblia en sus hogares, por el “Año de la Fe”.
Y así avanzaba el día entre danzas, música de banda, juegos, antojitos, y los tradicionales fuegos pirotécnicos y cohetes. Por la tarde seguía la visita de las danzas en el templo y más peregrinaciones demostrando su fe con estos actos. Ya por la noche en medio de la lluvia y entre miles de visitantes se llevó a cabo la quema del castillo para culminar nuestra celebración al Santo morenito.
La celebración parroquial de su Santo patrono siempre es impulsada por
sus sacerdotes, en especial por su párroco, es por eso nos comparte su sentir y
su vivencia en este gran acontecimiento parroquial. Sr. Cura Apolinar Torres ¿cuál es la visión general de usted como párroco
de la celebración de la fiesta patronal? desde los preparativos hasta el
culmen. Siempre he notado un gran
entuciasmo y entrega, tanto de los agentes como en la comunidad en general. Es
una fiesta con muchos signos externos, pero sobre todo es un momento importante
de identidad como familia. Dios nos muestra su amor por intercesión de San
Martín, de modo evidente. Es tiempo de conversión, de recibir respuestas a
nuestras necesidades y de aumentar nuestra confianza en su providencia.
En una frase y unido al año
de la fe ¿cómo define a San Martín de Porres? Es un muy buen modelo y muy actual en especial por haber salido de una
familia “disfuncional” como nos lo recordó el P. Luís Ramos. Su fe y su caridad
no lo alejan, lo acercan al pequeño, al pobre, al excluido, al enfermo al
necesitado. Une fe y caridad en las acciones de cada día. Nos muestra el rostro misericordioso de
Cristo.
Gracias a cada uno de aquellos que trabajaron arduamente y con mucho
amor en la organización de la Fiesta San Martín de Porres 2012, Dios recompense
cada uno de los esfuerzos.
“Creemos,
Señor, pero aumenta nuestra fe”
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