El
Papa Benedicto XVI nos ha convocado a vivir el “Año de Fe” del 11 de octubre de
2012, fecha en la cual se festeja el cincuenta aniversario de la apertura del
Concilio Vaticano II y los veinte años de la publicación del Catecismo de la
Iglesia Católica, terminará en la
solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.
Por
esta razón es necesario acercarnos a los documentos que son fruto del Concilio
Vaticano II, promulgados por el Papa Pablo VI y que son “una brújula segura para orientarnos en el camino”, de acuerdo a las palabras del papa Benedicto
XVI. El Concilio nos dejó 16 documentos, 4 Constituciones, 9 Decretos y 3
Declaraciones. En este adviento caminaremos iluminados por las 4
Constituciones.
Las
cuatro Constituciones conciliares aprobadas por los Padres del Concilio son los
documentos de mayor importancia.
Son
los siguientes para que las conozcas:
1.-
Gaudium et spes que significa “Alegría y Esperanza” y trata sobre la misión de la Iglesia en el mundo
actual.
2.-
Dei Verbum que significa: “Palabra de Dios”, y
trata de lo que Dios nos ha revelado en su Palabra.
3.-
Lumen gentium que significa: “Luz de las gentes”, y trata sobre el ser y quehacer de la Iglesia.
4.-
Sacrosanctum Concilium que significa: “Sacrosanto Concilio” y trata sobre las
celebraciones litúrgicas de la Iglesia.
Conoceremos
brevemente una constitución en cada uno de los domingos de adviento. ¡Alégrate
ya viene Navidad!
1er domingo de Adviento: Gaudium et spes que
significa “Alegría y Esperanza”
Bienvenida:
será con una pequeña dinámica, haremos un círculo y pasará un miembro al centro
del círculo y le dirá de frente a cada uno una cualidad que ve en él. Y así
sucesivamente cada uno de los presentes. Al final nos damos un abrazo.
1.-
Gaudium et spes (Alegría y Esperanza). La Constitución
Apostólica Gaudium et Spes su nombre proviene de las primeras palabras de este
documento en latín. Trata acerca de relación de la Iglesia con el mundo actual,
y es la manifestación más clara del deseo del Papa y beato Juan XXIII, de poner
al día a la Iglesia, para que diera respuesta al hombre de este tiempo.
Se encuentra
dividida en cuatro partes. En la primera parte se habla de la solidaridad de la
Iglesia con todos los hombres y dice a quien se dirige este documento. La
segunda parte es una introducción acerca de la situación del hombre en el mundo
moderno. La tercera se llama "De la Iglesia y la vocación del hombre"
y habla de la visión de la Iglesia acerca de la dignidad del ser humano, la
vida en sociedad, la actividad del hombre en el mundo y acerca del papel de la
Iglesia en el mundo. La cuarta parte tiene como finalidad explicar la misión en
la actualidad de la Iglesia y se trata ciertos temas particulares como el
desarrollo económico y social, la naturaleza del matrimonio en la vida moderna,
la política, la expansión de la cultura y sobre la paz. Fue solemnemente
promulgada por el Papa Pablo VI el 7 de diciembre de 1965.
Compartir:
cada uno de nosotros compartiremos la idea más interesante que captamos de lo
que escuchamos.
Se
enciende la primera vela y alguien lee:
“Creemos en ti Padre Celestial, Padre de Jesucristo y Padre nuestro. Por la fe
aceptamos que Tú nos revelas quien eres
con tu Hijo y el Espíritu Santo y quien es el hombre, ayúdanos a saber defender
nuestra dignidad humana y a respetar la de los demás y a buscar un mundo según
tu voluntad. Gracias por que tu Hijo viene a nuestra familia en esta Navidad y
siempre”
Otro
dice: Santísima Trinidad encendemos esta luz, con
fe y confianza. Permite que cada uno de nosotros vivamos la verdadera
conversión que nos lleve a vivir dignamente como hijos tuyos y sobre todo
respetarnos, tolerarnos y aceptarnos tal y como somos y cuando sea necesario
corregirnos, lo hagamos con caridad, respetando el valor de cada uno de
nosotros. Todos: “Creemos, Señor, pero aumenta nuestra fe”
Rezamos Padre Nuestro, Ave María y
Gloria.
Compromiso:
llevarle un mensaje de fe a quien creemos no conoce a Dios.
Canto
final: "Ven, Ven, Señor, no tardes”
2do domingo de Adviento: Dei Verbum que significa
“Palabra de Dios”
Bienvenida:
tendremos a la mano una hoja y un pluma, en la hoja escribiremos cada uno una frase positiva que identifique a
nuestra familia. Y la dejaremos junto a la Corona.
2.- Dei Verbum
(Palabra de Dios). La Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación o Dei
Verbum (Palabra de Dios), es otro de los más importantes documentos
conciliares. Trata acerca de lo que Dios nos ha dicho, lo que nos ha revelado
en su Palabra y de cómo debe entenderse, estudiarse y practicarse. Según el
mismo documento, se expone "la doctrina genuina sobre la divina revelación
y sobre su transmisión para que todo el mundo, oyendo, crea el anuncio de la
salvación; creyendo, espere, y esperando, ame". Así nos invita a escuchar la Palabra de Dios,
a llevarla a los demás para que todos, creamos, nuestra esperanza no se apague
y nos amemos como Él quiere.
Compartir:
cada uno de nosotros compartiremos la idea más interesante que captamos de lo
que escuchamos.
Se
enciende la segunda vela y lee lo siguiente:
“Toda la Sagrada Escritura nos habla de que Dios es amor. Por amor, Dios
decidió enviar a su único hijo para salvarnos. Jesús es el ejemplo perfecto de
ese amor. Él nos ha mandado amar a Dios y a nuestro prójimo. Este amor debe ser
real y tiene prioridad sobre cualquier otro asunto en nuestra vida”.
Todos:
Señor enséñanos a permanecer unidos en ti y entre nosotros, para así colaborar
en la extensión de tu Reino. Que sea yo un buen instrumento de unidad y de
amor, que enseñe a mi familia a compartir y aceptarnos tal como somos, que
todos seamos un lazo muy fuerte e indestructible. Que nuestro ejemplo sea tu
familia, la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Todos: “Creemos, Señor, pero
aumenta nuestra fe”
Rezamos Padre nuestro, Ave María y
Gloria.
Compromiso:
Conocer más mi fe por la lectura de la Palabra de Dios
Canto
final: “Santa María del camino”.
3er domingo de Adviento: Lumen gentium (Luz
de las gentes)
Bienvenida:
elegiremos a un miembro de nuestra familia y compartiremos cómo es nuestra
relación con Jesús nuestro Señor. Al terminar un abrazo y una sonrisa.
3.- Lumen
gentium (Luz de las gentes)
La Constitución
Dogmática acerca de la Iglesia o Lumen Gentium (Luz de las gentes) trata acerca
de la Iglesia en sí misma, y establece cómo trabajar más unidos como por ejemplo el Sínodo de Obispos y
también las formas de comunicación entre los creyentes y el Papa.
Está divida en
8 partes:
1) La primera
es sobre el Misterio de la Iglesia. Su relación con Cristo
2) La segunda
parte sobre el sentido de "Pueblo de Dios". Nos dice que somos un pueblo
que ha de estar unido.
3) La tercera
trata sobre el trabajo de los obispos
4) La cuarta
parte trata de los laicos, es decir de todos los que no son sacerdotes.
5) La quinta
parte trata sobre la llamada que Dios nos hace a todos a ser santos.
6) La sexta está
dedicada a los religiosos. O sea sobre las monjitas y los monjes que viven en
comunidad.
7) La séptima
parte trata sobre el camino de la Iglesia de este mundo hacia el cielo, la
unidad con Dios y el culto a los santos.
8) La octava
parte toca el tema de la Virgen María, sobre su relación con la Iglesia y su
culto.
Compartir:
cada uno de nosotros compartiremos la idea más interesante que captamos de lo
que escuchamos.
Se
enciende la tercera vela y se lee:”Gracias Dios
bueno porque desde nuestro bautismo iniciamos la entrada en la puesta de la fe,
uniéndonos a ti a y nuestros hermanos en la unidad de la Iglesia, ayúdanos a
amarla y respetarla y a ser nosotros parte activa de ella”
Todos:
Señor encendemos esta luz, como signo de que
queremos vivir nuestra fe en la Iglesia. Ayúdanos para que como familia cristiana seamos
ejemplo moral para los demás, guíanos por el buen camino, el verdadero camino
que eres Tú.
Todos: “Creemos,
Señor, pero aumenta nuestra fe”
Rezamos Padre nuestro, Ave María y
Gloria.
Compromiso:
Platicar con el miembro de la familia con el que menos tenemos comunicación.
Canto
final: “Dios está aquí”.
4to
domingo de Adviento: Sacrosanctum Concilium (Constitución Apostólica acerca de
la Liturgia)
Bienvenida:
Entre todos elegirán a dos más alegres de la familia y ellos darán la
bienvenida de una manera divertida.
4.-
Sacrosanctum Concilium. La Constitución Apostólica acerca de la Liturgia o
Sacrosanctum Concilium (Sacrosanto Concilio, en español), fue la primera de las
constituciones aprobadas por el Concilio. Reafirma la importancia y lo que es la
esencia de la liturgia dentro de la vida
de la Iglesia, estableciendo las bases para su renovación.
El Concilio se
propone acrecentar de día en día entre los fieles la vida cristiana, adaptar
mejor a las necesidades de nuestro tiempo las cosas de la Iglesia que están
sujetas a cambio, promover todo aquello que pueda contribuir a la unión de
cuantos creen en Jesucristo y fortalecer lo que sirve para invitar a todos los
hombres al seno de la Iglesia. La liturgia son todas las celebraciones más
importantes que tenemos en la parroquia, en especial la Santa Misa.
Compartir:
cada uno de nosotros compartiremos la idea más interesante que captamos de lo
que escuchamos.
Se
enciende la tercera vela y se lee: Gracias
Señor Jesús, pues por tu sacrificio podemos celebrar nuestra fe en nuestra
parroquia, celebramos los Sacramentos y elevamos nuestra oración hacia ustedes
que son Dios de amor. Que cada vez que participemos en la Santa Misa nuestros
corazones también se enciendan como esta vela.
Todos:
Dios encendemos esta luz, con apertura de
corazón, que celebremos en esta Navidad con devoción la llegada de tu Hijo a
nuestra vida y que lo dejemos transformarnos en mejores personas. Todos: “Creemos,
Señor, pero aumenta nuestra fe”
Para terminar: rezamos Padre nuestro,
Ave María y Gloria.
Compromiso:
Reflexionar en que estoy celebrando mi
fe cuando acudo al templo y cómo dejo que la gracia que ahí me da Dios me sirve
para mejorar mis relaciones familiares.
Oración para todos los domingos de
espera.
Señor Dios Padre, bendice con tu poder nuestra familia
hoy que estamos reunidos ante la Corona de Adviento para que al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo, practicando las
buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de
los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor y María Santísima. Amén.
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