A tus pies Señor



Señor Jesús, al  terminar el año, te diré unas palabras que sean sinceras y sencillas. Vengo Señor a darte gracias a decir perdón y a pedirte por los míos y por mi bienestar.
Gracias Señor por todo lo bueno que me haz regalado sin ni siquiera pedírtelo, incluso Señor por lo que yo creí malo y que a veces no comprendo que es tu voluntad y que es para educarme, para ser una mejor persona. Gracias por darme lo necesario para vivir, mi casa, mi trabajo, mis logros, la comida que llega mi mesa y todo eso que es material pero es necesario para vivir. Gracias por mi familia, amigos y personas que conocí este año y de las cuales aprendí a ser mejor. Gracias por la salud, por el bienestar, por las alegrías y las satisfacciones. Gracias también por la enfermedad, por las penas y los sufrimientos. Aunque me cuesta trabajo, Señor, te agradezco esto último. Por los seres queridos que me prestaste y ahora llamaste a tu presencia. ¡Tú sabes lo que hiciste! Con humildad y de todo corazón te digo Señor gracias por tu amor y perdonar mis pecados.
Ahora Señor lo más difícil, te pido me perdones, no siempre he sido bueno y te confieso sinceramente; no siempre he sabido cómo actuar, qué hacer, a dónde ir, a pesar de mi lucha, perdón por mi apatía, por mi tibieza, por a veces decirte no, por no vivir tus valores, por no dar la mano a quien la necesita, por mi orgullo, mi egoísmo, por no tener valor de pedir perdón a quien ofendí. Perdón por renegar de las pruebas que tuve que superar. Por dejarme llevar por las cosas del mundo olvidando lo espiritual. Perdón por olvidar el respeto a los que me rodean y a la naturaleza que también es mi responsabilidad. Dios mío como hijo digno tuyo te pido perdón, no me abandones por favor.
Señor confiado en tu amor misericordioso te pido por lo que tu sabes necesito, sobre todo dame fe, en este tiempo, un tanto confuso, aunque lleno de esperanzas es a veces difícil creer. Dame Señor la sabiduría para saber que hacer en cada situación que se me presenta: en mi casa, trabajo, escuela, etc. como puedo contribuir a la extensión de tu Reino impulsando tus valores. Ilumíname en los momentos de oscuridad, en las caídas sigue agarrando fuerte mi mano. Te pido Señor salud, trabajo y sobre todo ser un buen instrumento de amor y comunión en mi familia.
En tu presencia y en tus manos dejo todo esto Señor, reconociendo tu infinito amor y misericordia. Bendito y alabado seas por siempre Señor y Dios mío. “Creo, Señor, pero aumenta mi fe”

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