El pueblo que Dios quiso formar y tenerlo como el pueblo de su propiedad entre todos los pueblos, es decir, el pueblo de Israel, lo formó como el cumplimiento de una promesa hecha a Abraham, la de darle una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y como las arenas del mar. Así, Dios le concedió un hijo llamado Isaac, y de éste nació Jacob, quien tendría 12 hijos y junto con sus descendientes se conformó este pueblo, las llamadas 12 tribus de Israel.
Nuestra Diócesis, que es una porción del pueblo de Dios, al momento de su fundación se conformó con 15 municipios del Estado de Guanajuato y una parte de Lagos de Moreno, Jalisco:
León, Silao, Irapuato, Pueblo Nuevo, Romita, Guanajuato, Dolores Hidalgo, San Luis de la Paz, San Diego de la Unión, San Miguel de Allende, San Francisco del Rincón, Purísima de Bustos, Ciudad Manuel Doblado, San Felipe, Ocampo y Comanja de Corona, Municipio de Lagos de Moreno, Jalisco. Contaba con una extensión de 8,791 Kilómetros cuadrados y una población aproximada de 3 millones de habitantes.
El 13 de octubre de 1973 se erigió la nueva Diócesis de Celaya, y el 3 de enero del 2004, la nueva Diócesis de Irapuato, escindidas de la Sede Leonesa.
El día 25 de noviembre de 2006, S. S. Benedicto XVI elevó la Diócesis de León a la categoría de Arquidiócesis, conformada por los estados de Guanajuato y Querétaro, con las diócesis de Irapuato, Celaya, Querétaro y León.
El pueblo de Dios siempre fue guiado por los pastores de Dios, como hoy, en este segundo domingo del adviento, Juan Bautista llama al pueblo a la conversión y disponiéndolo a acoger la presencia del Reino; así Dios ha puesto en el caminar de nuestra Diócesis 11 pastores que en su tiempo y circunstancias concretas lo han conducido por los caminos del Evangelio en la construcción del Reino de Dios. Ellos son:
No hay comentarios:
Publicar un comentario